Parece que las molestias en la rodilla van desapareciendo poco a poco, y 3 semanas después ya estoy otra vez manos a la obra. Esta vez toca esquí de travesía, con Quim, nos vamos a las Maladetas.
Salimos desde los Llanos del Hospital, pistas de esquí de fondo, que son el inicio del camino a la Renclusa, el refugio del famoso Aneto. Desde la Renclusa la subida se vuelve fuerte y mantenida hasta la base de las Maladetas sobre los 2900m. A partir de aquí nos descalzamos los esquís y toca calzarse crampones y piolet, Quim decide retirarse ya que la subida final lo ha dejado exhausto y hay que guardar fuerzas para la bajada. Una canal muy pendiente alcanza el collado de la rimaya y de aquí un paseo hasta la cima. La bajada se vuelve un poco mas complicada ya que la neve esta muy dura y hay que asegurar los pasos, sobretodo si solo llevas un piolet.
La bajada se nos hace tremendamente dura, la nieve tiene una costra dura que al intentar cualquier giro se rompe y nos quedamos clavados al instante, al final llegamos al coche con esa quemazón (por cortesía de la nieve) tan típica en nuestros cuádriceps.
